Si tienes un perro como mascota, seguramente te preocupa su salud y bienestar. Los perros pueden sufrir diversas enfermedades, algunas más graves que otras, que pueden afectar su calidad de vida y su relación contigo. Por eso, es importante que conozcas cuáles son las enfermedades en perros más comunes y cómo prevenirlas, para poder cuidar de tu fiel amigo de la mejor manera posible.
En este artículo, te vamos a explicar las 10 enfermedades más frecuentes en los perros, sus síntomas, causas y tratamientos. Además, te daremos algunos consejos para fortalecer el sistema inmunológico de tu perro y evitar que se contagie o enferme. Al final del artículo, te revelaremos cuál es la raza de perro que tiene el sistema inmune más fuerte, según algunos estudios. ¿Te lo vas a perder? Sigue leyendo y descubre todo lo que necesitas saber sobre la salud de tu perro.
1. Parvovirosis
La parvovirosis es una de las enfermedades más graves y contagiosas que pueden afectar a los perros, especialmente a los cachorros. Se trata de una infección viral que ataca al intestino delgado, provocando diarrea sanguinolenta, vómitos, fiebre, pérdida de apetito y deshidratación. Si no se trata a tiempo, puede causar la muerte del animal por shock séptico.
La parvovirosis se transmite por contacto directo con las heces de un perro infectado o con objetos contaminados. El virus puede sobrevivir en el ambiente durante meses, por lo que es muy difícil de eliminar. La mejor forma de prevenir esta enfermedad es vacunar al perro desde cachorro y evitar que entre en contacto con otros perros desconocidos o enfermos.
El tratamiento de la parvovirosis consiste en administrar al perro fluidos intravenosos para rehidratarlo y antibióticos para prevenir infecciones secundarias. También se pueden dar medicamentos para controlar los vómitos y estimular el apetito. El pronóstico dependerá de la edad, el estado de salud y la rapidez con la que se inicie el tratamiento.
2. Moquillo
El moquillo es otra enfermedad viral muy contagiosa que afecta a los perros, sobre todo a los más jóvenes o con las defensas bajas. El virus se transmite por vía respiratoria o por contacto con secreciones nasales u oculares de un perro infectado. El moquillo afecta a varios órganos del cuerpo, como los pulmones, el estómago, el hígado y el sistema nervioso.
Los síntomas del moquillo pueden variar según la fase y la gravedad de la enfermedad. Algunos signos comunes son: secreción nasal y ocular, tos, estornudos, fiebre, pérdida de apetito, diarrea, vómitos, convulsiones, parálisis y cambios de comportamiento. El moquillo puede ser mortal si no se trata adecuadamente.
La prevención del moquillo se basa en la vacunación del perro desde cachorro y en evitar el contacto con otros perros enfermos o no vacunados. El tratamiento del moquillo consiste en administrar al perro medicamentos para aliviar los síntomas y evitar complicaciones. No existe un antiviral específico para esta enfermedad, por lo que el pronóstico dependerá del estado inmunológico del animal y de la evolución de la infección.
3. Leptospirosis
La leptospirosis es una enfermedad bacteriana que puede afectar tanto a los animales como a los humanos. Se transmite por contacto con la orina o el agua contaminada por roedores u otros animales portadores de la bacteria. La leptospirosis puede causar daños en el hígado, los riñones y otros órganos vitales.
Los síntomas de la leptospirosis pueden ser: fiebre, pérdida de apetito, vómitos, diarrea, ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas), hemorragias, dolor muscular y articular, dificultad para orinar y depresión. Si no se trata a tiempo, puede provocar insuficiencia renal, hepática o respiratoria, e incluso la muerte.
La prevención de la leptospirosis se basa en la vacunación del perro y en evitar que beba o se bañe en aguas estancadas o sucias. El tratamiento de la leptospirosis consiste en administrar al perro antibióticos para eliminar la bacteria y fluidos intravenosos para rehidratarlo y favorecer la función renal. El pronóstico dependerá de la gravedad de la infección y de la respuesta al tratamiento.
4. Dermatitis alérgica
La dermatitis alérgica es una de las enfermedades de la piel más comunes en los perros. Se produce cuando el perro reacciona de forma exagerada a alguna sustancia que le provoca alergia, como el polen, el polvo, los ácaros, los alimentos o las picaduras de insectos. La alergia causa inflamación, picor e irritación en la piel, lo que hace que el perro se rasque, se lama o se muerda, provocando heridas, costras e infecciones secundarias.
Los síntomas de la dermatitis alérgica pueden ser: enrojecimiento, hinchazón, descamación, pérdida de pelo, costras, pústulas y mal olor en la piel. La dermatitis alérgica puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero suele ser más frecuente en las orejas, las patas, el abdomen y las axilas.
La prevención de la dermatitis alérgica se basa en identificar y evitar el contacto con el alérgeno que causa la reacción. El tratamiento de la dermatitis alérgica consiste en administrar al perro medicamentos para reducir la inflamación y el picor, como antihistamínicos, corticoides o inmunoterapia. También se pueden aplicar cremas o champús especiales para calmar y limpiar la piel. Además, es importante tratar las posibles infecciones secundarias con antibióticos o antifúngicos.
5. Otitis
La otitis es una inflamación del canal auditivo del perro que puede ser causada por diversos factores, como la humedad, el exceso de cera, los parásitos, las alergias o las infecciones bacterianas o fúngicas. La otitis puede afectar a uno o a ambos oídos y puede provocar dolor, picor, secreción, mal olor y pérdida de audición.
Los síntomas de la otitis pueden ser: sacudir o inclinar la cabeza, rascarse o frotarse las orejas, llorar o gemir al tocar las orejas, inflamación, enrojecimiento, calor y olor desagradable en el canal auditivo. En casos graves, la otitis puede causar problemas neurológicos como pérdida de equilibrio o movimientos involuntarios de los ojos.
La prevención de la otitis se basa en mantener los oídos del perro limpios y secos, especialmente después del baño o de nadar. También se recomienda revisar periódicamente las orejas del perro y eliminar el exceso de pelo o cera que pueda obstruir el canal auditivo. El tratamiento de la otitis consiste en limpiar el oído afectado con una solución específica y aplicar un medicamento tópico u oral según el tipo y la gravedad de la infección. El pronóstico dependerá de la causa y la evolución de la otitis.
6. Parásitos internos
Los parásitos internos son organismos que viven dentro del cuerpo del perro y se alimentan de sus nutrientes. Los más comunes son los gusanos intestinales (lombrices, anquilostomas, tenias), los gusanos del corazón (dirofilarios) y los protozoos (coccidios, giardias). Los parásitos internos pueden causar diversos problemas de salud en el perro, como diarrea, vómitos, pérdida de peso, anemia, tos y dificultad para respirar.
Los síntomas de los parásitos internos pueden ser: heces blandas o con sangre, presencia de gusanos o segmentos blancos en las heces o en el ano, abdomen hinchado o doloroso, apetito aumentado o disminuido, debilidad, letargo, pelo opaco y problemas respiratorios o cardíacos.
La prevención de los parásitos internos se basa en desparasitar al perro periódicamente con un producto adecuado según el tipo y el peso del animal. También se recomienda evitar que el perro ingiera heces, basura, roedores u otros animales que puedan estar infectados. El tratamiento de los parásitos internos consiste en administrar al perro un antiparasitario específico según el diagnóstico veterinario. El pronóstico dependerá de la carga parasitaria y del estado de salud del perro.
7. Parásitos externos
Los parásitos externos son organismos que viven sobre la piel o el pelo del perro y se alimentan de su sangre o de sus tejidos. Los más comunes son las pulgas, las garrapatas, los ácaros y los piojos. Los parásitos externos pueden causar irritación, picor, alergia, anemia e infecciones secundarias en el perro. Además, algunos parásitos externos pueden transmitir enfermedades graves al perro o al humano, como la leishmaniosis, la enfermedad de Lyme o la ehrlichiosis.
Los síntomas de los parásitos externos pueden ser: rascado, mordedura o lamido excesivo de la piel o el pelo, pérdida de pelo, heridas, costras, escamas, enrojecimiento, inflamación o sangrado en la piel. También se puede observar la presencia de los parásitos o de sus huevos en el cuerpo del perro.
La prevención de los parásitos externos se basa en aplicar al perro un producto antiparasitario adecuado según el tipo y el peso del animal. También se recomienda revisar y cepillar al perro con frecuencia y evitar que entre en contacto con zonas infestadas o con otros animales que puedan estar parasitados. El tratamiento de los parásitos externos consiste en eliminar los parásitos con un producto específico y tratar las posibles lesiones o infecciones secundarias con antibióticos o antifúngicos.
8. Gastritis
La gastritis es una inflamación del estómago del perro que puede ser causada por diversos factores, como la ingestión de alimentos en mal estado, tóxicos o extraños, el estrés, las alergias, las infecciones o algunas enfermedades sistémicas. La gastritis puede ser aguda o crónica, según la duración y la frecuencia de los síntomas.
Los síntomas de la gastritis pueden ser: vómitos, náuseas, pérdida de apetito, dolor abdominal, debilidad y deshidratación. En algunos casos, los vómitos pueden contener sangre o bilis. La gastritis puede provocar complicaciones como úlceras gástricas o hemorragias digestivas.
La prevención de la gastritis se basa en ofrecer al perro una alimentación adecuada y equilibrada, evitando los alimentos que puedan irritar su estómago o causarle alergia. También se recomienda evitar que el perro ingiera objetos extraños o sustancias tóxicas y controlar su nivel de estrés. El tratamiento de la gastritis consiste en administrar al perro medicamentos para proteger su mucosa gástrica y reducir los vómitos, como antiácidos, protectores gástricos o antieméticos. También se puede dar al perro una dieta blanda y fácil de digerir hasta que se recupere.
9. Artritis
La artritis es una degeneración del cartílago articular del perro que provoca dolor e inflamación en las articulaciones. La artritis puede ser causada por el envejecimiento natural del perro, por una predisposición genética, por una lesión traumática o por una infección. La artritis suele afectar a las articulaciones más grandes y más usadas del cuerpo, como las rodillas, las caderas, los codos o los hombros.
Los síntomas de la artritis pueden ser: cojera, rigidez, dificultad para moverse o levantarse, dolor al tocar las articulaciones afectadas, hinchazón o calor en las articulaciones, pérdida de masa muscular y cambios de comportamiento. La artritis puede afectar la calidad de vida del perro y limitar su actividad física.
La prevención de la artritis se basa en mantener al perro en un peso óptimo y proporcionarle una alimentación rica en ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias. También se recomienda hacer ejercicio moderado y regular con el perro, evitando los movimientos bruscos o excesivos que puedan dañar sus articulaciones. El tratamiento de la artritis consiste en administrar al perro medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación, como antiinflamatorios, analgésicos o condroprotectores. También se pueden aplicar terapias alternativas como la acupuntura, el masaje o la hidroterapia.
10. Diabetes
La diabetes es una alteración del metabolismo del perro que se produce cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no la utiliza correctamente. La insulina es una hormona que regula el nivel de glucosa en la sangre. La diabetes puede ser causada por factores genéticos, ambientales o inmunológicos. La diabetes puede ser de tipo 1, cuando el páncreas no produce insulina, o de tipo 2, cuando el cuerpo no responde a la insulina.
Los síntomas de la diabetes pueden ser: aumento de la sed, del apetito y de la orina, pérdida de peso, debilidad, letargo, vómitos, cataratas y problemas en la piel. La diabetes puede provocar complicaciones como cetoacidosis, hipoglucemia, infecciones urinarias o neurológicas.
La prevención de la diabetes se basa en ofrecer al perro una alimentación adecuada y equilibrada, evitando los alimentos ricos en azúcares o grasas. También se recomienda mantener al perro en un peso óptimo y hacer ejercicio regular con él. El tratamiento de la diabetes consiste en administrar al perro insulina inyectable según las indicaciones veterinarias y controlar su nivel de glucosa en la sangre. También se puede dar al perro una dieta especial para diabéticos que ayude a regular su glucemia.
¿Qué raza de perro tiene el sistema inmune más fuerte?
Ahora que ya conoces cuáles son las enfermedades en perros más comunes y cómo prevenirlas, quizás te preguntes si hay alguna raza de perro que tenga el sistema inmune más fuerte y que sea más resistente a las enfermedades. Según algunos estudios , las razas de perro que tienen el sistema inmune más fuerte son:
- El pastor alemán, que tiene una gran capacidad para combatir las infecciones bacterianas y virales.
- El border collie, que tiene una alta producción de anticuerpos y una buena respuesta inmunitaria.
- El labrador retriever, que tiene una baja incidencia de enfermedades autoinmunes y una buena tolerancia a los antígenos.
- El rottweiler, que tiene una alta actividad de las células asesinas naturales y una buena defensa contra los tumores.
- El mastín, que tiene una alta resistencia a las enfermedades parasitarias y una buena protección contra los agentes externos.
Estas razas de perro tienen el sistema inmune más fuerte debido a su origen genético, su adaptación al medio ambiente y su selección natural. Sin embargo, esto no significa que sean inmunes a todas las enfermedades ni que no necesiten cuidados veterinarios. Todos los perros, independientemente de su raza, necesitan una alimentación adecuada, una vacunación regular, una desparasitación periódica y un control sanitario preventivo para mantenerse sanos y felices.
Esperamos que este artículo te haya sido útil para conocer más sobre las enfermedades en perros más comunes y cómo prevenirlas. Recuerda que tu perro es tu mejor amigo y que depende de ti cuidar de su salud y bienestar. Si tienes alguna duda o consulta sobre la salud de tu perro, no dudes en contactar con tu veterinario de confianza.